Actividad 22. Año 2030...Troy en el futuro.

  Año 2030. El otoño ha llegado y con él las lluvias (las cuales brillaron por su ausencia en aquellos estivales meses otoñales del ya olvidado 2017). Setas, vendimia, peras, manzanas…los olores del mosto recién prensado se mezclan en el aire con el aroma de las castañas asadas a la lumbre. Y a lo lejos resuena la berrea, los ciervos braman y los hayedos se visten con sus mejores galas, colores, pigmentos, tonos y tintes que nos hacen perdernos en su espesura. Toda Castilla está viendo como desaparecen sus pueblos…¿Todos? No! Una aldea poblada por irreductibles palentinos (no palencianos) resiste, todavía y como siempre, a la despoblación. Y la vida sí es fácil para sus lugareños. Guardo apostó fuerte por la educación. El resultado fue el esperado. Y hoy día gozan de una buena calidad de vida en un ambiente apacible y campestre. Más, no todo es siempre sosiego y paz. En la sala de profesores del Félix Rodríguez de la Fuente se viven días de bullicio y alboroto. Nada parece diferente a otros años. Tal vez el asunto tenga que ver con que hace unas semanas que a este centro rural llegó un paquete. Un fardo en el que se vislumbraba un nombre: “Troy Mcclure “.


  Pero, ¿quién es Troy Mcclure? Para aquellos jóvenes que apenas pudieron si quiera visualizar un capítulo de la afamada serie americana “The Simpsons” (Los Simpsons para los rezagados en la lengua de Shakespeare) –recordemos que el canal televisivo Antena 3 dejó de emitirlos allá por el octubre de 2017- este nombre no significará nada. Pero para todos los que hoy en día (año 2030) cosechamos ya casi cuarenta primaveras, recordaremos a este carismático personaje de la, más que probable, serie de nuestras vidas. Y dado que los que le conocen saben cómo es su estilo, no podría hacerle de menos con una vaga descripción. Troy no se merece eso. Porque para presentar a Troy, él mismo se basta. 


Imagino que ya tenemos una idea acerca de este personaje. Presentador de maratones y shows televisivos, anfitrión de carnavales, actor…Qué polivalencia la de Troy, ¿no creéis? Lo cierto es que todas estas capacidades no pasaron desapercibidas cuando en el año 2022 los avances tecnológicos (especialmente en robótica) permitieron, a las autoridades educativas españolas, plantearse la posibilidad real de llevar un robot asistente a las aulas.

La idea gustó. Y entre finales de ese año y principios del siguiente ya había 77 centros dispuestos a integrar a su “Linguo” en sus clases. Desde luego el Félix Rodríguez de la Fuente no podía faltar entre los solicitantes. Lo que no sabían desde los institutos es que iba a ser el polifacético Troy Mcclure el elegido para dar forma, voz y aspecto al androide educativo.

  Tras siete años de prototipos y experimentación el robot educativo Troy Mcclure salía a la luz. 

 

Muchos profesores y padres vieron como sus ojos brillaban “like diamons in the sky” ante la apariencia del nuevo educador de sus alumnos e hijos. En palabras del Ministro de Educación, Cultura y Deporte: “Hemos querido aunar hasta tres generaciones con uno de los personajes más carismáticos de la serie creada por Matt Groening. Los Simpsons ya se dejaron ver a finales de los 80s en las pantallas americanas y no fue hasta 1991 cuando TVE los emitió en la 1 y posteriormente en la 2. Para más tarde pasar definitivamente a Antena 3 en el 1994”. 


Troy era por tanto bien recibido. Y llegaba a los centros educativos a tiempo (si bien es cierto que, en esta situación, no apremiaba la puntualidad exacta que sí precisaban Phileas Fogg y su inseparable Jean Passepartout; recordemos que al caballero inglés le urgía llegar al Reform Club de Londres no más tarde de las 20:45 del sábado 21 de diciembre de 1872). Estaría por tanto, listo para el comienzo del nuevo curso, el curso 2030-2031.

Los profesores se implicaron desde el primer momento en configurar y aprender el funcionamiento del nuevo compañero. A la segunda semana todos los miembros del centro estaban encantados. Y así lo demuestran las declaraciones a los medios. Los reporteros no tardaron en acercarse a esta y a otras muchas escuelas. Buscaban redactar las primicias acerca de esta innovación educativa. No se vivía tanta agitación desde que los Solfamidas se reunieron para tocar en la azotea del bar de Moe; haciendo un sutil y ladino guiño a “The Beatles” (los de Liverpool tocaron en la azotea de los estudios Apple Corp en Londres, el 30 de enero de 1969, durante las sesiones de grabación del disco “Let it be”).

 


  A continuación se presentan algunos de los testimonios recogidos en el Félix, tras la primera semana de convivencia con el nuevo docente.

Troy me ayuda muchísimo con las recreaciones históricas americanas. Está programado para recitar los discursos de cualquier personaje histórico”. 
Declara Miriam, la profesora de Historia.


Los aspectos más indómitos de la naturaleza ya son cosa del bueno de Troy. Sus ojos se componen de proyectores que permiten visualizar mis explicaciones simultáneamente…así mismo nos permite estar al día sobre cualquier novedad científica. No olvidemos que cuenta con una base de datos que se actualiza cada minuto”. 
Afirma Alberto, encargado del área de Bilogía y Geología. 


Tan pronto te imparte una charla sobre educación sexual como te aprieta una tuerca en el taller de tecnología. Sin duda su versatilidad nos facilita mucho la administración y gestión del centro”. 
Asiente Julia, representante del P.A.S.


Todos le queremos. Alumnos, padres, profesores…hasta el ya anciano Bonifacio, único bedel que ha conocido este hermoso instituto…Nuestros hijos reciben charlas de tráfico (como ya hizo el gran Stevie Wonder en su día) y alimentación. Muy útiles para los tiempos que corren…también es de destacar el fabuloso trato que tiene con los alumnos, es entrañable” 
Manifiesta David, padre de dos estudiantes.  




 “Las matemáticas han dado un giro de 180 grados. Los niños vienen dispuestos a aprender. Troy viene equipado con la más eficiente tecnología punta; desde el ábaco hasta la calculadora con el Mario Bros incorporado”. 
Enuncia Cristina, responsable del área de Matemáticas. 


Este robot nos está ayudando muchísimo en el aprendizaje del Inglés. Para empezar los alumnos mejoran la pronunciación con su nombre –no es fácil-. Además nos permite dar un pasito más en el aprendizaje integrado. Su gran filmoteca, traducida a cerca de 4.000 idiomas incluidos el cayapa, walmajari, zuñi y miwok, nos permite aprender inglés a la par que Historia, Biología u otras asignaturas”. 
Garantizan Nerea y Sofía, docentes del departamento de idiomas. 


¡Nos ha enseñado a hacer zumo de naranja y hemos representado un musical!” 
Exclama con alegría Irene, alumna de 2º de la E.S.O.


La llegada de Troy nos ha permitido ofertar clases de Religión a distancia. Su conexión Wi-Fi está en todas partes”. 
Reitera Francisco, secretario del centro. 


Vemos que las mejoras en las clases de Química van a ser inverosímiles. Este androide lleva incorporado todo tipo de utensilio de laboratorio: mechero Bunsen, matraz, pipeta, mortero, termómetro, pH-metro, tubos de ensayo, óxido de rodio, agua del grifo, MilliQ, destilada, salobre, somera, caliente, templada…Creemos que vamos a ir tan adelantados con la materia que hasta nos hemos atrevido a iniciar una temática de inventos en la que los alumnos van a poder crear nuevos cachivaches” 
David y Alberto. Estos químicos están asombrados; no es para menos. 


Las críticas son excelentes. Todo el mundo tiene en gran estima al bueno de Troy. Entonces, cómo es posible que en tan poco tiempo se haya pasado de este clima tan favorable al bullicio, alboroto, cisco, follón, guirigay, estrépito, escándalo y trifulca que hoy se adueñan del cónclave o claustro de profesores. Uno se plantea: ¿qué ocurrió con el señor Mcclure? ¿Qué pudo ocasionar tanto revuelo en la sala de profesores?

  Parece ser que a los días de marcharse la prensa todo volvió a la normalidad. Alumnos y profesores seguían disfrutando de todos los beneficios que Troy les aportaba. Era tal la confianza que habían depositado en el androide que un día, uno de los profesores, dejó a Troy a cargo de la clase. Un padre le requería para tratar un asunto acerca de la próxima excursión. La clase estaba encauzada, Troy solo tenía que vigilar que los chicos y chicas realizaran la tarea que se les había encomendado. Pero los adolescentes son adolescentes. Y tienen ese punto de rebeldía, picaresca, malicia y ganas de llamar la atención que tiene cualquier hijo de vecino. Intrigado, en parte por la curiosidad, por ver cómo respondería Troy ante una situación de conflicto, Pablo golpeó el moflete de Gael. La suerte parece que también es caprichosa con los androides. Pues resulta que no hacía ni dos días que a Gael le habían sacado las muelas del juicio. El resultado fue, cuanto menos, aparatoso. Gael empezó a sangrar a borbotones. Troy, no falto de buena vista, vio el incidente. En su programación estaba claramente codificado el mensaje de ayuda y socorro así que rápidamente se lanzó a atender la hemorragia de Gael. Con un alarde tecnológico sacó gasa y Betadine de uno de sus compartimentos y atendió al lastimado alumno. Una vez atendida esa señal de alarma Troy tenía claro que tocaba sancionar  la actitud de Pablo. Con una voz profunda y sonora (cercana a la de Pepe Mediavilla, doblador del famoso mago Gandalf) le comunicó a Pablo que tenía que ir a ver al director inmediatamente. Pablo, deseoso de tensar más la cuerda con el bueno de Troy, se negó rotundamente. No conforme con eso se encaró al robot y le profirió todo tipo de insultos. Sus puños cerrados mostraban una actitud beligerante más que reposada. Troy estaba dispuesto a llevarse al muchacho por la fuerza si era necesario. Tanta tensión no debió de pasar desapercibida para Gael, que comenzó a sangrar de nuevo. Los ojos de la clase no perdían detalle de la escena. Troy reanudó la cura, la sangre era evidente. Este momento lo aprovechó Pablo para probar la resistencia del robot. No sin fuerza, le propinó un golpe a Troy en la nuca. El androide, aún se desconoce el motivo de la acción, le devolvió el impacto. 


Esto es lo único que recuerda Pablo. A las horas se dio cuenta de que estaba en su cama con un par de puntos en la ceja. Gael, junto con el resto de compañeros sí que recuerdan bien el golpe. Y con similares palabras se lo relataron al profesor cuando regresó de hablar con el padre al que estaba atendiendo.

Puede que ahora se entienda el bullicio que existe en la sala de profesores. No faltan testimonios a favor del pobre Troy: El chico le incitó. Atendió de manera ejemplar a Gael. Le podría haber ocurrido a uno de nosotros…Pero pasan las horas y el hecho de la agresión a Pablo, la agresión a un alumno va pesando más. Los profesores ya han convocado una reunión a la que asistirán los padres. Y el ambiente que se respira en torno a Troy huele más a aroma de nostalgia que de alegría...alegría que, no hace ni 24 horas, desbordaba las aulas. Clases llenas de júbilo y entusiasmo por la presencia de Troy. El mismo Troy que ahora mismo pasa de héroe a villano. 


  Simplemente quiero destacar que no es fácil que algo no humano tenga un manejo e interpretación de las emociones ajeno a su naturaleza. Tampoco estoy ensalzando a las personas, pues no somos perfectos y cometemos nuestras equivocaciones. Pero sí que me gustaría romper una lanza a favor de los profesores en este caso. Un profesor tiene que ser cercano, comprensivo, dialogante, empático…Así que no puedo más sino que insistir. Se me hace difícil comprender la idea de un robot alejado de lo frío de sus circuitos y engranajes. Capaz de entender como la primavera la sangre altera, que al buen tiempo buena cara o que esa misma cara es el espejo del alma. Si bien es cierta una cosa, no tengo la menor duda de que la ciencia logrará avances asombrosos que dejen ojipláticos y con la boca abierta a todos los detractores de los Troy que hay ya por el mundo.

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