Actividad 2. El desafío de pasar del aprobado al sobresaliente.






  Tras leer el artículo “El desafío de pasar del aprobado al sobresaliente” de Juanjo Becerra, enmarcado en un especial sobre educación del diario “El Mundo”, nos disponemos a analizar sus ideas en grupo.

El autor trata el sistema universitario, actual, en España, intentando explicar el porqué de una excelencia académica que no llega, a pesar de la buena formación de nuestros estudiantes.

Para ello nos hace ver una serie de problemas, apoyado por datos y las opiniones de ciertos miembros del campo de la educación. Y es que la cuestión parece venir de lejos, con la década de los ochenta, cuando se descentralizó la universidad en favor de las comunidades autónomas. Si bien podemos sacar algo bueno de esto: como un rápido crecimiento de la educación superior en España y una mejor accesibilidad de los estudios en favor de los alumnos, por temas de cercanía o proximidad de los centros educativos; también hay que mencionar la problemática que deriva de ello. Y es que lo que se consiguió fue una homogeneidad de las universidades (en estructura, planes de estudio como ejemplos), de tal forma que se primó la cantidad sobre la calidad.

  Puede que ya se empiece a vislumbrar esa falta de excelencia, pero a esto hay que añadirle más factores; como por ejemplo la endogamia de la que padece la universidad, “casi 3 de cada 4 profesores se acaba quedando en la universidad en la que presenta su tesis doctoral”. Se está anteponiendo lo conocido a lo innovador, dejando de incorporar a posibles profesionales de excelencia, que pudieran enriquecer las facultades con sus conocimientos y experiencias.

  Ahora bien, nos podríamos plantear si estos obstáculos se pueden salvar con una mayor inversión en educación, pero no sin antes estudiar detenidamente en cómo se va a gastar ese dinero. Pues otro de los problemas universitarios es el despilfarro de dinero y la mala gestión que acontece en muchos centros, con instalaciones en desuso e inversiones que no tienen como objetivo un salto del nivel académico. A lo que también se puede añadir el modelo funcionarial que marcha en la universidad española, con profesores acomodados y poco preocupados por su trabajo.

  Finalmente, y tras tocar los puntos principales del artículo, nos atrevemos a reflejar unas pequeñas soluciones:
·    Evaluar a los profesionales, intentando buscar posibles carencias que puedan suplirse en pos de una mejora.
·     Renovar a los profesores que no sean aptos y sustituirlos por profesionales con métodos más adecuados a la actualidad.
·     Frenar la endogamia.
·     Mejorar la gestión de los fondos y recursos en la universidad.

  En conclusión, a pesar de que nuestra formación sigue siendo buena, no podemos conformarnos con lo que tenemos, tenemos que renovarnos y gestionarnos mejor, pues es la manera de lograr ese pasito de calidad, de subir ese escalón de la escalera y de no “escolingarse” por el arambol. 


Comentarios

  1. Muy buena reflexión Alberto. Aunque me gustaría añadir algo más sobre lo que comenta el artículo respecto a la endogamia. Cuántos no sabemos de plazas que se sacan a "concurso público" porque así lo exige la ley pero que llevan nombre y apellidos desde antes que se publique la convocatoria? O incluso hay casos en que se ha convertido en un puesto hereditario de padres a hijos. No pongo en duda la profesionalidad de esas personas pero la igualdad de oportunidades y transparencia del proceso (Que al final afecta a la excelencia) queda en entredicho.

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    1. Desde luego. O la sonada "estrategia" de pedir como requisitos para el puesto aquellos que se adaptan a medida, que entran sin usar calzador siquiera, del candidato más que conocido por la parte electora.

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